Camino de Santiago en globo
Camino de Santiago en globo ¿Se puede hacer? Aquí te explicamos como enriquecer tu experiencia mientras haces «El Camino». Cada peregrino tiene sus propias motivaciones para hacer el Camino de Santiago. Ya sean religiosas, deportivas, espirituales, aventureras, sociales… el fin último es disfrutar de esta experiencia y vivir al máximo cada lugar.
El Camino de Madrid
Si bien hay recorridos más tradicionales como «El camino Francés», el Portugúes o el del Norte, el camino en realidad parte desde donde decidamos comenzar, originalmente los peregrinos partían desde su lugar de residencia, fuese esta la que fuese. Por lo tanto hay infinitos caminos e infinitas formas de vivirlo. El camino que parte desde Madrid permite llegar a Santiago en unas 30 a 35 etapas caminando y unos 8 a 12 jornadas en bicicleta.
En esta ruta pasaremos por Segovia, una ciudad donde merecerá la pena disfrutar de una visita a sus monumentos y una ineludible pausa para disfrutar de su gastronomía. Pero desde hace ya muchos años Segovia es mucho más que historia, Patrimonio de la Humanidad y cochinillo. En la ciudad se realizan desde hace más de 30 años vuelos en globo de forma regular. Casi todos los días se pueden ver al amanecer los globos coloreando el cielo mágico de la ciudad.
Camino de Santiago en globo
Con el paso del tiempo Segovia se ha convertido en uno de los 10 destinos elegidos por los viajeros de todo el mundo para viajar en globo. Y no es de extrañar pues las vistas de la ciudad desde el aire son una experiencia que colma los sentidos y nos llenará de emociones. Desde el aire, la vista de la catedral de Segovia, la Sierra de Guadarrama y los campos castellanos brinda una perspectiva que conecta profundamente con el sentido del peregrinaje: mirar el mundo con otros ojos.
La particular caja de vientos habitual en Segovia nos permite hacer un recorrido aéreo de la ciudad en el 90% de los vuelos, disfrutando de sus monumentos principales, por encima y alrededor de la ciudad. Así la Catedral, el Alcázar o el Acueducto cobran un protagonismo como conjunto arquitectónico, relacionándose entre sí y con el resto de la ciudad, que la muralla abraza rodeada por los ríos Clamores y Eresma.
Una pausa inolvidable en el Camino: vuelo en globo entre Segovia, Zamarramala y Valseca
En el vuelo más clásico tras esta visita aérea de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad, los vientos nos llevarán por los anchos campos de Castilla, donde descubriremos la carrera de los corzos, o el vuelo de los milanos, los buitres leonados e incluso con suerte, algún halcón peregrino. Y finalizando el vuelo aterrizaremos en las cercanías de las localidades de Zamarramala o Valseca, siguientes núcleos urbanos en la ruta del Camino de Santiago desde Madrid.
Muy frecuentemente nos cruzamos con los peregrinos más madrugadores en su recorrido de la jornada. Ocasionalmente también les llevamos entre nuestros pasajeros. Caminantes que han hecho una pausa en su jornada para recorrer parte del camino desde el aire por los senderos del viento, que si bien no están señalizados con la famosa viera y la flecha amarilla, siguen muy a menudo los mismos trayectos.
Completa tu credencial de peregrino con un sello único y original
El vuelo es un momento de reflexión, paz y asombro, coincidiendo perfectamente con los valores, sentimientos y emociones del propio Camino de Santiago. Así que como broche especial, ofrecemos el sellado de la credencial del peregrino, tanto a quienes decidan volar como a quienes simplemente se acerquen a nuestro punto de encuentro o de aterrizaje. Un sello sin duda único y original que completa esta vivencia llena de recuerdos imborrables.
Si estás viviendo el Camino de Santiago y ves los globos en el horizonte, ¡acércate! Estaremos encantados de darte la bienvenida, ofrecerte un momento de descanso, agua fresca de nuestro botijo y, por supuesto, sellar tu credencial como recuerdo de este paso por las alturas de la meseta.
Tanto si decides volar como si solo quieres vivir el ambiente y compartir unos minutos con otros peregrinos y viajeros, esta parada es una oportunidad de recargar energía y seguir el Camino con el alma un poco más ligera.
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