¿Qué animales se ven desde el globo?
¿Qué animales se ven desde el globo? Desde nuestra privilegiada atalaya hemos observado todo tipo de animales. Desde grandes mamíferos como jabalíes, ciervos o corzos, por ejemplo, a otros de menor talla como zorros, tejones, liebres o conejos. También pueden verse aves de todo tipo. Empezando por las rapaces que nos ignoran, pues se saben dueñas del cielo,—buitres, milanos, halcones, aguiluchos…—, hasta las cigüeñas, garzas, ánades, perdices… También, en ocasiones, hemos podido ver incluso reptiles como alguna serpiente cruzando un camino o galápagos que se lanzaban al agua al pasar volando cerca de la orilla de algún río.
Se pueden ver corzos desde el globo en muchas de nuestras zonas de vuelo, como Valladolid o Segovia.
¿Qué animales se ven desde el globo?
En todas nuestras zonas de vuelo pueden verse animales. Diferentes especies según la localización y la temporada de los vuelos. Así hemos observado a los corzos, por ejemplo, muy cerca de Segovia durante la temporada de caza, protegiéndose en las zonas donde no se puede disparar por la proximidad de la ciudad. Se les suele ver corriendo en los terrenos de cultivo o cerca de los ríos, en las zonas más arboladas. En ocasiones se ven grupos de cinco o más individuos saltando ágilmente. Los ejemplares más maduros ni se asustan al paso del globo, ya nos conocen y saben que no representamos un peligro para ellos.
Con suerte podremos ver también animales más esquivos como tejones, azores o halcones peregrinos. En la imagen un azor tras cazar una liebre.
Un recuerdo imborrable
En una ocasión fantástica que nunca olvidaré pude ver un lance de caza de un azor que perseguía a una liebre. El azor despegó desde las ramas de un pino e inició un vuelo rápido y bajo, sobre los campos de cereal recién segados. Había visto muchas veces ese procedimiento en los capítulos de “El hombre y la tierra” e imaginé que estaba cazando, pero no era capaz de descubrir a su presa.
Mientras pilotaba el globo no perdía detalle del vuelo del azor y poco después pude ver la carrera de una liebre en trayectoria perpendicular al vuelo de la rapaz. No creí posible que el azor se hubiese anticipado tanto para su captura pues ambos animales estaban aún muy lejos, pero me equivocaba. Ambas trayectoria fueron acercándose, mientras el azor continuaba su vuelo casi rozando el suelo hasta que, finalmente, pude ver el encuentro antes de que ambos quedasen ocultos por la vegetación baja.
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