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Siempre en las nubes fue la primer empresa de aerostación que empezó a volar de formar regular en Extremadura y sin duda, nuestro vuelo estrella desde el principio, es el de Mérida. La capital extremeña es el destino más elegido de todos los que desean volar en globo en esta región. Y no es de extrañar, con su rico Patrimonio Histórico, su buena gastronomía y el encanto adicional que supone el Guadiana para los vuelos en globo, el atractivo de Mérida es innegable.

En 1993 la Unesco declaró el Conjunto Arqueológico de Mérida como Patrimonio de la Humanidad por su gran interés histórico y monumental. La ciudad fue fundada por Roma en el año 25 a.C. por orden del emperador Octavio Augusto para servir de retiro a los soldados veteranos. También fue capital del Reino Visigodo en Hispania en el siglo VI y desde el año 713 hasta el 1230 estuvo bajo el control musulmán. No es de extrañar la riqueza histórica de la ciudad y los numerosos yacimientos arqueológicos que en ella se encuentran.

Las zonas de despegue de Siempre en las nubes varían en función del viento reinante en cada jornada de vuelo, siempre con la intención de sobrevolar la ciudad, que desde el cielo ofrece una vista incomparable de sus monumentos más emblemáticos. Al poco de elevarnos y superar la altura de los primeros edificios podemos ver el casco urbano que abraza el Guadiana. Una mirada más atenta nos permite descubrir, de un solo vistazo, el Teatro y el Anfiteatro Romanos, el Circo, el Acueducto de los Milagros, los numerosos puentes entre los que destacan el Puente Romano y el de Lusitania separados por siglos de historia pero ambos emblemáticos símbolos de la actual ciudad, la Alcazaba, La catedral de Santa María La Mayor… Solo los más observadores podrán ver el Templo de Diana o el Arco de Trajano desde el cielo, y estos son sólo algunos de los monumentos más conocidos y emblemáticos.

Para disfrutar de todos ellos precisaremos una visita más cercana y pausada que la vista en conjunto, soberbia e inolvidable que nos ofrece el paseo en globo, que a pesar de ello nos impide disfrutar de los detalles y detenernos a aprender y saborear cada rincón. Y decimos saborear porque en Mérida podemos disfrutar también de la gastronomía Extremeña en sus bares y restaurantes. Platos tan típicos como el Gazpacho o el ajoblanco, la ternera retinta o la caldereta de cordero, las migas o las muchas y deliciosas tapas en las que no puede faltar el jamón ibérico y los quesos en aceite.

Pero antes de pasear por las calles de Mérida el vuelo en globo continúa por los alrededores de la ciudad, en ocasiones sobre el Guadiana que algunas veces nos dejas asomarnos al espejo de sus aguas para ver nuestro reflejo, incluso bajar hasta rozar su superficie con la barquilla del globo. En otras sobre los campos que la rodean que ofrecen un paisaje tranquilo, ya sea sobre dehesas de encinas, campos de cultivo o huertos solares.

Tras el aterrizaje no pueden faltar las tradiciones aeronáuticas como la celebración con cava—en este caso Extremeño—, y el diploma de vuelo a las que Siempre en las nubes ha sumado las suyas propias para acompañarlas consistentes en un almuerzo campestre en el lugar de aterrizaje a base de una selección de ibéricos, queso y frutos secos. En resumen, Mérida es una zona de vuelo en globo que nos brinda todos los alicientes de una inolvidable aventura, aderezados de Historia, Cultura, Paisajes y ricos manjares. ¿Qué más se puede pedir?

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