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Siempre que regreso de los festivales de globos lo hago con una recarga de energía y con una sensación difícil de describir. Regresando desde Barcelona tras participar en el XXXII Trofeu Internacional Mercat del Ram, celebrado en la localidad de Vic, solo podía pensar en lo bien que lo habíamos pasado, en los nuevos amigos que habíamos conocido y en los momentos compartidos con los amigos de siempre con los que nos vamos encontrando en concentraciones de globos por todo el mundo.

Una de las características de este evento es la posibilidad de despegar desde la plaza mayor de Vic, un escenario como pocos para despegar con un globo. Los equipos van llegando a la plaza donde a simple vista no hay especio suficiente para que despeguen los globos, pero donde nos vamos distribuyendo para ocupar todo el espacio disponible. Los equipos van montando los globos y van despegando poco a poco ofreciendo a los visitantes, curiosos y a los propios pilotos un espectáculo impresionante lleno de colorido y de magia.

De los 7 vuelos programados pudimos realizar 4, ya que las tardes estuvieron muy ventosas. Una mañana acompañamos al equipo ruso para ayudarles en el despegue y hacerles el seguimiento por tierra. Desde el globo saltarían dos paracaidistas. Tanto el vuelo como el salto salieron a la perfección y el característico globo de Igor Naymilov quedó perfectamente recogido y listo para el siguiente salto.

Cuando nos encontrábamos preprando el globo para despegar nos preguntaron si podíamos llevar una modelo en el globo a y un fotógrafo que se encontraban en Vic haciendo un reportaje. Hasta aquí algo muy común, que los medios de comunicación aprevechen la espectacularidad de los globos para hacer entrevistas, fotografías y vídeos desde el aire, etc. En esta ocasión, sin embargo el reportaje era para nude-in-public una web que se basa en colocar a personas desnudas en lugares públicos y cotidianos para ver la reacción de la gente, etc.

Esa misma noche se celebró también en la Plaza Mayor un night glow, un espectáculo de luces y sonido en el que los globos van encendiendo sus quemadores al ritmo de la música. El público se fue congregando a nuestro alrededor para disfrutar del evento. Un momento muy agradable para compartir nuestra pasión con todos los curiosos que se acercaron y nos preguntaron mil cosas sobre los globos.

Tengo que dar las gracias a Miquel Masellera y Quim Boet por la fantástica organización y por su disposición durante todo el evento.Espero regresar el año que viene.