Momentos mágicos volando en globo
Globo aerostático accesible de Segovia, patrocinado por la Diputación y el Ayuntamiento de Segovia. Este globo cuenta con un acceso adaptado y dos plazas para personas con movilidad reducida.
Volando en globo con los cuatro elementos
Hoy os contaremos como hemos estado volando en globo con los cuatro elementos. Alguna vez hemos hablado de las similitudes que hay entre un globo aerostático y un barco. En ocasiones, como en este vídeo aún parece haber más. Los globos de aire caliente fueron las primeras aeronaves de la historia. Es posible que por ese motivo los primeros términos que se acuñaron para la aerostación viniesen de la náutica. Así a la tela del globo se la denomina vela. También a cada cuerda que se emplea en el globo se la denomina cabo. Además, como en los veleros, nos servimos del viento para navegar, aunque sea por el cielo.
Cuando las condiciones son favorables se nos presenta una rara ocasión, la de navegar con un globo por el agua. Para ello debemos encontrarnos volando sobre una masa de agua, habitualmente un río o un embalse. El viento debe ser suave para que el globo se desplace a una velocidad muy lenta. Además debe soplar en una dirección que nos permita acometer la maniobra con suficiente espacio y margen de seguridad. Entonces, cuando todas estas condiciones se suman, se produce el milagro.
La maniobra
El piloto comienza un lento descenso aproximándose a la superficie del agua. A la dificultad de una maniobra tan delicada se suma la de apreciar correctamente la distancia que nos separa del agua. El movimiento y reflectancia de la superficie hace que esto sea más complicado de o que en principio puede parecer. El propósito del piloto es rozar la superficie, suavemente. Así la barquilla, acaricia el agua, deslizándose sobre ella y el globo deja tras de sí una estela como un barco. Luego volverá a elevarse de nuevo para continuar en su medio natural, el aire.
Eligiendo bien el lugar el mayor riesgo es que los pasajeros se mojen un poco los pies. Un precio muy bajo para vivir la peculiar aventura de, por unos instantes, convertir una aeronave en un barco. De romper la superficie del agua y desdibujar nuestro reflejo. Y volando en globo, navegar por los caminos del aire y los del agua, gracias al fuego, que finalmente nos llevará de vuelta a la tierra.
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