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Siempre en las nubes tiene programados vuelos en globo en Salamanca todos los meses. Tras elegir el campo de despegue para nuestro vuelo en globo, en función del viento de ese día, despegamos desde la zona oeste de la ciudad. El despegue es un momento muy emocionante pero no hay movimientos bruscos o desagradables, todo es suave y calmado. El globo se va alejando poco a poco del suelo. La barquilla es muy estable por lo que nadie se marea volando en globo. Incluso las personas con vértigo pueden disfrutar de la experiencia pues volando no se padece de vértigo. El viento nos lleva en dirección a la ciudad.

Desde la barquilla del globo las vistas son espectaculares. El paisaje va pasando bajo nosotros mostrándonos todos sus secretos. Las primeras luces del día lo iluminan todo con una luz mágica. El único sonido es el del quemador del globo, a intervalos regulares, que rompe el silencio sobrecogedor que acompaña el vuelo. Tras aproximadamente una hora de vuelo en globo, el piloto comienza el descenso para aterrizar. El aterrizaje es uno de los momentos más emocionantes y divertidos.

Los pasajeros que lo deseen pueden colaborar en la recogida del material. Es un buen momento para preguntar al equipo de vuelo, para tocar el globo… A pesar del volumen del globo todo queda recogido en apenas 20 minutos. En el propio campo de aterrizaje o en algún lugar cercano cumpliremos con una antigua tradición, celebrar el vuelo con una copa de champagne o cava que en Siempre en las nubes acompañamos siempre de una selección de ibéricos, queso, frutos secos y refrescos. Y por último una foto de grupo como recuerdo de esa fantástica experiencia.

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